Nuestro gran día: mucho más que una caja

jueves, 16 de enero de 2014


Hace ya algunas semanas que os enseñe por Instagram la foto de esta preciosa caja y os comentaba cómo tantas veces en la vida, las apariencias engañan y lo que a simple vista puede parecer una simple aunque muy bonita caja, en realidad es 

mucho pero muuuuuucho MÁS que eso.

Durante todo el proceso de organización de nuestra boda, nos hemos sentido muy queridos y muy acompañados por la gente que más nos quiere. Y recalco esto porque también este proceso te hace ver quién realmente te quiere mucho y quien quizás no lo hace tanto. O para quienes, al menos, no eres una prioridad. No todo en las bodas es de color de rosa ;)

Pero como sabéis que me gusta vivir tratando de encontrar el lado positivo de todo, no asumo ese hecho como algo triste o como algo que me enfade {aunque duela, que lo hace} sino que he tratado de tomarlo como una lección vital importante y que me ha hecho precisamente reorganizar mis propias prioridades :)

Toda este introducción me sirve para hablaros de unas personas que no es que nos hayan acompañado y apoyado durante todos esos meses sino que, además, se ha volcado y nos han hecho comprender hasta qué punto nos quieren. Yo sabía que lo hacían, porque además es mutuo. Pero me ha sorprendido, halagado y emocionado comprobar CUANTO.

La vida no me ha dado hermanos pero sí me ha regalado personas que, sin serlo oficialmente, de hecho los considero como tales. Lo son.

Y una de ellas es mi hermanita de alma, Malu.

Podría hablaros tanto y tan bien de ella que este post se convertiría en un interminable relato y no se trata de aburriros. Pero sí quiero decir que ella es impresionante {por fuera también ;)} y que tiene un gran tesoro: una familia que es una delicia. 
De esas familias buenas, que te abren las puertas de sus casas y te hacen sentir como si fueras uno más. 

Y, como no podía ser de otro modo, al frente de una gran familia, siempre hay una madre que capitanea el clan y que lo cuida, protege y defiende contra viento y marea. No os podéis imaginar lo que admiro a su mami.

Y es ella la ARTISTA que confeccionó con sus manos la joya que hoy os presento.
Además de buen gusto tiene mucho arte con la aguja y el hilo, y tuvo el detallazo de querer formar parte de nuestro gran día, regalándonos la cajita donde iban las arras y el cojín donde iban atadas las alianzas. Todo detalle estaba cuidado y hasta la elección de la lazada guardaba relación con los colores de los vestidos de mis damitas de honor.

Tras muchas horas y muchos desvelos, la noche previa a la boda llegaba esta caja, también forrada por ella, que guardaba estas dos piezas junto con una nota.

{Si os lo estáis preguntando, sí me emocionó muchísimo}







Ellas ya lo saben porque se lo he dicho muchas veces pero quiero aprovechar esta nueva oportunidad para darles las gracias por TODO. Y decirles lo mucho que las quiero y aprecio.



Un post muy personal y muy sentimental, creo.
Pero nunca está de más dar las gracias por las cosas y personas buenas que nos rodean.
¿No?

;)


¡Feliz jueves!
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3 comentarios:

  1. María, te entiendo perfectamente, la madre de una de mis mejores también me hizo el cojín de las alianzas, y lo guardo como oro en paño :-)))
    Muuakkksss

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  2. Johanna_ab116.1.14

    Cuando vi la cajita en Instagram me pareció una verdadera preciosidad, pero después de leer la historia me parece más que eso.
    Que suerte de tener alguien así a tu lado, muchas veces los hermanos no son sólo los de sangre.
    Un beso fuerte

    ResponderEliminar

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