Nuestro Gran Día: despidiendo la soltería

A estas alturas, sois muchas las que me habéis hecho llegar vuestras ganas de saber alguna cosa sobre los preparativos de nuestra boda. 

Lo cierto es que lo estamos llevando todo con muuucho secretismo, pero no os vayáis a pensar que sólo en el mundo 2.0 sino también en el 1.0! {muchos de nuestros familiares y amigos siguen sin saber absolutamente NADA! Excepto lo básico, claro ;)}

Aunque parezca que somos unos raritos, además de unos rancios, por no querer desvelar más sobre los que nos llevamos entre manos, la verdad es que nos hace muuucha pero que muuucha ilusión que la mayoría de las cosas que estamos preparando para ese día, sean sorpresa para nuestros invitados.

Todo esto venía a decíroslo {hay que ver lo que me enrollo!} porque pese a que, como ya sabéis, hasta que no pase el día B no puedo desvelaros mucho por aquí, no quería dejar pasar la oportunidad de contaros cómo fue mi despedida de soltera.

Para ser más exactos, mi segunda despedida de soltera. Sí, señores, aquí la niña que no se conforma con una, ni con dos... jajaja. 

A finales del mes de julio, mis amigas de la universidad me organizaron {capitaneadas por la más mejor de todas ellas ;)} una despedida muy muy chula y que disfruté muchísimo; pero un pequeño contratiempo, véase mi mareo descomunal en el barco, dieron al traste un poco con los planes iniciales ;) Pese a todo, fue un día genial y les estoy muy agradecida a todas!

Pero LA despedida tuvo lugar la semana pasada. Cuatro de mis más mejores amigas me regalaron los tres días de despedida más increíbles del mundo. La carta de las fotos me llegó al buzón una semana antes de que me "secuestraran" y me daba mínimas instrucciones de qué debía tener listo para cuando llegase el día.

¿Cuál fue el plan?

Ibiza + Mariachis muy muy particulares + amigas + miles de sorpresas y hasta el más mínimo detalle cuidado 

{vamos a obviar la tan poco oportuna lluvia que nos brindó la oportunidad de conocer la isla desde otro punto de vista y "disfrutar" de un huracán en el chiringuito más "in" ;)}

¿Y cuál fue el resultado?

Algo que os aseguro que no voy a olvidar NUNCA ni a dejar de agradecerles  TODO lo que se lo han currado durante más de 8 meses de preparación {y ésto sin exagerar porque desde el mismo día que Edu me pidió que me casara con él, pusieron la maquinaria a funcionar! XD}

Organizaron cada segundo del viaje para que yo disfrutara y me sintiera especial y os puedo asegurar que lo consiguieron. Reservaron en uno de mis restaurantes favoritos de la isla para cenar la primera noche, fuimos a todos los sitios CHULOS que me gustan; me iban dejando pistas en forma de cartelitos por el apartamento para cada día y en cada momento supiera donde íbamos a ir, mejor dicho para que adivinara dónde íbamos jajaja. 

Pero lo que ya se llevó la palma, fue cuando la última noche recrearon el momento de mi pedida y me regalaron una colección de recuerdos vividos con cada una de ellas que hizo que me pusiera a llorar como una niña pequeña {os puedo decir que lo pienso y se me sigue poniendo la piel de gallina} Y así mil momentos más que podría contaros ¡Y aburriros! ;)

Reconozco que soy una afortunada, no sólo por poder haber tenido la suerte de tener semejante despedida-viaje, que desde luego que sí, sino por tenerlas a ELLAS. Porque, ¿¡qué queréis que os diga!?  TODO absolutamente TODO me encantó, pero lo que más sin duda, fue que hubiesen pensado tanto en mí, en lo que me haría ilusión y comprobar lo emocionadas e involucradas que están en todo el proceso de nuestra boda. 

Eso sí que no tengo forma de pagárselo ;)

Planear una boda es un camino precioso y disfrutar y recorrerlo con tu prometido, vuestras familias y los amigos de verdad, lo hace aún más especial si cabe.

¡Cómo se nota que estoy sensible!